Érase una vez, en Tiempos de la Revolución, en el Rancho de Mamá Elena, donde se come para el amor y el olvido, para la pena y la alegría, para lo humano y lo divino…
En la cocina se percibe el aroma limpio y refrescante de la Albahaca y la Menta, del Vino descorchado, Tabaco y Café…
Aquí se cocina con productos que provienen de la tierra sana y fértil y que fecundan Vida, Amor, Vigor y Pasión …y vaya que se come bien en la cocina de Como Agua para Chocolate…